viernes, 22 de marzo de 2013

Hábitos

Desde su nacimiento, el niño debe adquirir hábitos que le van a facilitar la vida. Introducen orden en un mundo que desconecen. En la primera infancia, los principales son los hábitos de sueño, los hábitos de comida, el aprendizaje de los ritmos, la habilidad para regular sus emociones, para saber tranquilizarse. Según crece, tiene que ir aprendiendo los hábitos higienicos y mas tarde debe aprender a obedecer, a respetar a otros niños, etc.

Existen otros hábitos de los cuales, después tendra que deshabituarse, como el chupete o chuparse el dedo, pero que en un momento de su desarrollo le resultarán muy útiles. Hay otros hábitos, que no debería de adquirir, como puede ser, el depender de los demás, el recibir todo lo que piden...
El aprendizaje de los hábitos, exige constancia y coherencia, pero los padres deben tener presente que una vez consolidados son una gran ayuda. Un ejemplo, sería, cuando entren en la escuela es muy conveniente organizarles la vuelta a casa, el orden en que van a distribuir la tarde, hablar, merendar, hacer los deberes, jugar. Debe aprenderlo con toda la naturalidad posible.
Podemos encontrar varios tipos de hábitos:

Intelectuales: Aprender a hablar, a pensar, a ordenar los pensamientos, a razonar, a hacer planes...
Afectivos: Los estilos emocionales básicos, la seguridad, la autoconfianza, el optimismo, la actitud activa.


Conductuales: Hábitos de comer, dormir, atender, obedecer, respetar el orden en los juegos, aprender a tranquilizarse, a compartir los juguetes...
Éticos: La sensatez, la justicia, la valentía, la generosidad, la bondad.

Todos estos hábitos van configurando el carácter del niño, su personalidad. El objetivo es proporcionar al niño los hábitos necesarios para consegir ser feliz y ser buena persona.

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